ahorro, consejos para mejorar nuestra economia.
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Prepárense desde ya para el año que viene porque...
El año 2009 será
EL AÑO DEL
CONSUMISMO
ALEGRESE!
SEGÚN LOS MÁS RECONOCIDOS EXPERTOS EN ECONOMIA, MARKETING Y TENDENCIAS DEL CONSUMIDOR, EL 2009 SERÁ EL AÑO DEL... C O N S U M I S M O TENDRÁ QUE QUEDARSE:
CONSU-MISMO COCHECONSU-MISMO SUELDO CONSU-MISMO TECHO CONSU-MISMO VESTUARIO
CONSU-MISMO PAR DE ZAPATOSY SOLO SI DIOS QUIERE...CONSU-MISMO TRABAJO... NO NOS PODEMOS QUEJAR VERDAD!!!! ARRIBA EL CONSU-MISMO ¡PORQUE NO HAY DE OTRA!
" todas las mujeres tienen algo bonito........aunque sea una prima lejana."
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“La
eficiencia es muy importante. Sin ella, no habría organizaciones; con
ella hay menos organizaciones...los expertos en eficiencia están más
contentos cuando hay menos costos, incluso si esto implica que haya
menos clientes..”.- Minztberg.
En un articulo anterior comentamos algunos cambios de paradigmas que se
han producido en los sistemas empresariales, derivados de las
transformaciones profundas que se han producido en el entorno en el que
se mueven las organizaciones en las últimas tres décadas. Por su
significación especial se omitió lo que muchos especialistas consideran
como el principal cambio de paradigma en los sistemas empresariales en
los últimos años, el tránsito de la eficiencia a la eficacia (o
efectividad).
Se dice que la administración es una “ciencia ecléctica”, que los que
nos dedicamos a su estudio y difusión somos pragmáticos y oportunistas.
Los señalamientos surgen porque, cada vez que aparece alguna teoría o
herramienta en otras ciencias como la economía, la psicología, la
sociología, etc. que pueda resultar útil para el trabajo empresarial y
gerencial, enseguida los “especialistas” las incorporan al sistema
conceptual de la administración y a los textos para su enseñanza. Una
respuesta pragmática a estas diatribas es que las organizaciones y el
trabajo de dirección son sistemas complejos y, para su interpretación y
manejo, hay que utilizar e integrar muchos y variados sistemas y
enfoques conceptuales y herramientas de diferentes disciplinas
científicas.
Sucede que, a veces, paradigmas importados en la “ciencia” y la
práctica de la administración, procedentes de otras ciencias, se hacen
obsoletos o insuficientes para el manejo de las organizaciones. En esos
momentos es que los especialistas en administración deben alertarnos.
La eficiencia es un “paradigma importado” de la teoría económica, que
ha orientado el trabajo de las organizaciones y sus dirigentes durante
décadas, desde los trabajos de los economistas clásicos, Adam Smith y
David Ricardo a mediados del siglo XVIII. Su planteamiento esencial es
la relación entre insumos (gastos) y resultados (ingresos), su
expresión es la reducción de los costos, o los costos mínimos. Tiene
una lógica contundente, usted tiene que “producir con los costos más
bajos posibles”, o dicho de otra forma, “obtener los mayores resultados
con los mismos recursos (gastos)”.
La eficiencia actúa en el ámbito interno de la empresa, ahí es donde
usted puede trabajar para reducir sus gastos. Pero ¿qué pasa en un
entorno turbulento? se preguntan los especialistas, donde usted tiene
que estar al tanto de lo que está pasando “afuera” de la empresa, para
ajustar sus estrategias y acciones de manera que pueda aprovechar las
oportunidades o neutralizar las amenazas que se presenten.
Ante esto, Drucker dice “No basta con hacer las cosas correctamente (eficiencia), hay que hacer las cosas correctas (eficacia)...”. Menguzzato, especialista española, en su libro sobre Dirección Estratégica expresa: “...la
experiencia demuestra que el éxito y supervivencia a largo plazo de la
empresa depende más de los progresos en su eficacia que en su
eficiencia...”.
Si usted se preocupa sólo de la eficiencia, puede llegar a ser el
productor más eficiente de algo que no le interese a la gente. La
bibliografía sobre el tema ofrece abundantes ejemplos de empresas que
eran las más eficientes en su actividad, pero que no percibieron a
tiempo los cambios que se estaban gestando en el entorno, no
modificaron sus estrategias y, a la larga, tuvieron que salir del
negocio. Ese es el caso de la Owen Illinois, la empresa productora de
envases de cristal más eficiente de los EEUU, que no percibió a tiempo
las preferencias por los envases plásticos. Cuando lo comprendió, era
demasiado tarde.
La eficiencia hace énfasis en: los medios, hacer las cosas
correctamente, resolver problemas, ahorrar gastos, cumplir tareas y
obligaciones, capacitar a los subordinados, aplica un enfoque reactivo.
La eficacia (o efectividad) hace énfasis en: los resultados, hacer las
cosas correctas, lograr objetivos, crear más valores (principalmente
para el cliente), proporcionar eficacia (empowerment) a los
subordinados, aplica un enfoque proactivo, es decir, en lugar de
reaccionar, anticiparse.
La eficiencia se concentra en cómo se hacen las cosas, de qué modo se
ejecutan. La eficacia en: para qué se hacen las cosas, cuáles son los
resultados que se persiguen, qué objetivos se logran. La pregunta
básica de la eficiencia es ¿Cómo podemos hacer mejor lo que estamos
haciendo?. La de la eficacia es: ¿Qué es lo que deberíamos estar
haciendo?.
En el proceso de formulación de la estrategia de una empresa el enfoque
que debe prevalecer en la formulación de objetivos y estrategias es el
de la “eficacia”. El enfoque de la eficiencia “entra” en el momento en
que se definan los planes, los presupuestos y las acciones para poner
en práctica la estrategia. La eficacia se centra en el “¿Qué?”, la
eficiencia en el “¿Cómo?”.
Cuando trabajo el tema, en talleres o consultorías, me gusta utilizar
un pensamiento de José Martí, el Héroe de la Independencia de Cuba,
considerado con justicia uno de los pensadores latinoamericanos más
notables del XIX cuando expresó:
“Emplearse en lo estéril,
cuando se puede hacer lo útil;
ocuparse de lo fácil,
cuando se tienen bríos para intentar lo difícil;
es despojar de dignidad al talento.
Centrarnos en la eficiencia puede conducirnos a “bajar costos a toda
costa”. Basta con recorrer todo el proceso de la empresa y determinar
dónde “debemos” rebajar los costos. Trabajar por la eficacia es más
difícil, hay que pensar en lo que sucede afuera, en cómo generar valor
para los clientes, y con esto, para la propia empresa, qué tendencias
podemos avizorar, qué está haciendo la competencia, entre otras
cuestiones.
Cuando se comentaron las tendencias en el marketing, en artículo
anterior, se mencionó cómo: la atención personalizada, el servicio de
postventa, la satisfacción, el producto “ampliado”, el valor que
perciben, son cosas que los clientes aprecian mas que “el precio más
bajo”. La gente prefiere comprar una computadora más cara, si puede
contar con una red de mantenimiento y atención, que otra más barata, en
una empresa que no le garantice lo demás.
La necesidad de que los directivos presten una atención preferente a lo
que está pasando en el entorno, más que lo que sucede internamente en
su empresa, la resalta Drucker en las siguiente propuesta:
“...en
las condiciones actuales y más en el futuro, una de las grandes
habilidades que deben adquirir los directivos es recibir información
desde el exterior; tiene que salir, analizar las percepciones que tiene
sobre la economía, los mercados, los valores de los consumidores, su
psicología. La actividad de las compañías y sus directivos principales
en los próximos 15 años es desarrollar el suministro de información del
exterior...”.
No se trata de que prescindamos de la eficiencia. El uso más racional
de los recursos, la reducción de los costos y el ahorro, son objetivos
que deben atenderse, no solo por las empresas, sino también por las
entidades públicas, ONGs, organizaciones sin ánimo de lucro, en fin por
cualquier tipo de organización.
De lo que se trata es de tener claro a qué debemos darle prioridad en
el momento de definir nuestra estrategia, de identificar qué es lo que
debemos estar haciendo, antes de ocuparnos de cómo hacemos, lo que
estamos haciendo. Un especialista presenta un enfoque interesante, en
el que integra ambos enfoques cuando define la “Nueva fórmula del
Éxito”, de la siguiente forma:
Éxito = Eficacia (Efectividad) + Eficiencia + Innovación y cambio
¿Cuál es la lógica de esto?. Sencillamente, que la empresa debe:
primero, identificar qué es lo más conveniente que debe hacer (para aprovechar una oportunidad o neutralizar una amenaza);
después, tratar de hacerlo de la forma más eficiente posible (con el mínimo de gastos):
pero, no se puede limitar a esto, la competencia puede estar
haciendo lo mismo, por tanto, debe tratar de innovar constantemente, de
crear nuevas formas de satisfacer necesidades y generar productos y
servicios de alto valor para el cliente.
eficiencia es muy importante. Sin ella, no habría organizaciones; con
ella hay menos organizaciones...los expertos en eficiencia están más
contentos cuando hay menos costos, incluso si esto implica que haya
menos clientes..”.- Minztberg.
En un articulo anterior comentamos algunos cambios de paradigmas que se
han producido en los sistemas empresariales, derivados de las
transformaciones profundas que se han producido en el entorno en el que
se mueven las organizaciones en las últimas tres décadas. Por su
significación especial se omitió lo que muchos especialistas consideran
como el principal cambio de paradigma en los sistemas empresariales en
los últimos años, el tránsito de la eficiencia a la eficacia (o
efectividad).
Se dice que la administración es una “ciencia ecléctica”, que los que
nos dedicamos a su estudio y difusión somos pragmáticos y oportunistas.
Los señalamientos surgen porque, cada vez que aparece alguna teoría o
herramienta en otras ciencias como la economía, la psicología, la
sociología, etc. que pueda resultar útil para el trabajo empresarial y
gerencial, enseguida los “especialistas” las incorporan al sistema
conceptual de la administración y a los textos para su enseñanza. Una
respuesta pragmática a estas diatribas es que las organizaciones y el
trabajo de dirección son sistemas complejos y, para su interpretación y
manejo, hay que utilizar e integrar muchos y variados sistemas y
enfoques conceptuales y herramientas de diferentes disciplinas
científicas.
Sucede que, a veces, paradigmas importados en la “ciencia” y la
práctica de la administración, procedentes de otras ciencias, se hacen
obsoletos o insuficientes para el manejo de las organizaciones. En esos
momentos es que los especialistas en administración deben alertarnos.
La eficiencia es un “paradigma importado” de la teoría económica, que
ha orientado el trabajo de las organizaciones y sus dirigentes durante
décadas, desde los trabajos de los economistas clásicos, Adam Smith y
David Ricardo a mediados del siglo XVIII. Su planteamiento esencial es
la relación entre insumos (gastos) y resultados (ingresos), su
expresión es la reducción de los costos, o los costos mínimos. Tiene
una lógica contundente, usted tiene que “producir con los costos más
bajos posibles”, o dicho de otra forma, “obtener los mayores resultados
con los mismos recursos (gastos)”.
La eficiencia actúa en el ámbito interno de la empresa, ahí es donde
usted puede trabajar para reducir sus gastos. Pero ¿qué pasa en un
entorno turbulento? se preguntan los especialistas, donde usted tiene
que estar al tanto de lo que está pasando “afuera” de la empresa, para
ajustar sus estrategias y acciones de manera que pueda aprovechar las
oportunidades o neutralizar las amenazas que se presenten.
Ante esto, Drucker dice “No basta con hacer las cosas correctamente (eficiencia), hay que hacer las cosas correctas (eficacia)...”. Menguzzato, especialista española, en su libro sobre Dirección Estratégica expresa: “...la
experiencia demuestra que el éxito y supervivencia a largo plazo de la
empresa depende más de los progresos en su eficacia que en su
eficiencia...”.
Si usted se preocupa sólo de la eficiencia, puede llegar a ser el
productor más eficiente de algo que no le interese a la gente. La
bibliografía sobre el tema ofrece abundantes ejemplos de empresas que
eran las más eficientes en su actividad, pero que no percibieron a
tiempo los cambios que se estaban gestando en el entorno, no
modificaron sus estrategias y, a la larga, tuvieron que salir del
negocio. Ese es el caso de la Owen Illinois, la empresa productora de
envases de cristal más eficiente de los EEUU, que no percibió a tiempo
las preferencias por los envases plásticos. Cuando lo comprendió, era
demasiado tarde.
La eficiencia hace énfasis en: los medios, hacer las cosas
correctamente, resolver problemas, ahorrar gastos, cumplir tareas y
obligaciones, capacitar a los subordinados, aplica un enfoque reactivo.
La eficacia (o efectividad) hace énfasis en: los resultados, hacer las
cosas correctas, lograr objetivos, crear más valores (principalmente
para el cliente), proporcionar eficacia (empowerment) a los
subordinados, aplica un enfoque proactivo, es decir, en lugar de
reaccionar, anticiparse.
La eficiencia se concentra en cómo se hacen las cosas, de qué modo se
ejecutan. La eficacia en: para qué se hacen las cosas, cuáles son los
resultados que se persiguen, qué objetivos se logran. La pregunta
básica de la eficiencia es ¿Cómo podemos hacer mejor lo que estamos
haciendo?. La de la eficacia es: ¿Qué es lo que deberíamos estar
haciendo?.
En el proceso de formulación de la estrategia de una empresa el enfoque
que debe prevalecer en la formulación de objetivos y estrategias es el
de la “eficacia”. El enfoque de la eficiencia “entra” en el momento en
que se definan los planes, los presupuestos y las acciones para poner
en práctica la estrategia. La eficacia se centra en el “¿Qué?”, la
eficiencia en el “¿Cómo?”.
Cuando trabajo el tema, en talleres o consultorías, me gusta utilizar
un pensamiento de José Martí, el Héroe de la Independencia de Cuba,
considerado con justicia uno de los pensadores latinoamericanos más
notables del XIX cuando expresó:
“Emplearse en lo estéril,
cuando se puede hacer lo útil;
ocuparse de lo fácil,
cuando se tienen bríos para intentar lo difícil;
es despojar de dignidad al talento.
Centrarnos en la eficiencia puede conducirnos a “bajar costos a toda
costa”. Basta con recorrer todo el proceso de la empresa y determinar
dónde “debemos” rebajar los costos. Trabajar por la eficacia es más
difícil, hay que pensar en lo que sucede afuera, en cómo generar valor
para los clientes, y con esto, para la propia empresa, qué tendencias
podemos avizorar, qué está haciendo la competencia, entre otras
cuestiones.
Cuando se comentaron las tendencias en el marketing, en artículo
anterior, se mencionó cómo: la atención personalizada, el servicio de
postventa, la satisfacción, el producto “ampliado”, el valor que
perciben, son cosas que los clientes aprecian mas que “el precio más
bajo”. La gente prefiere comprar una computadora más cara, si puede
contar con una red de mantenimiento y atención, que otra más barata, en
una empresa que no le garantice lo demás.
La necesidad de que los directivos presten una atención preferente a lo
que está pasando en el entorno, más que lo que sucede internamente en
su empresa, la resalta Drucker en las siguiente propuesta:
“...en
las condiciones actuales y más en el futuro, una de las grandes
habilidades que deben adquirir los directivos es recibir información
desde el exterior; tiene que salir, analizar las percepciones que tiene
sobre la economía, los mercados, los valores de los consumidores, su
psicología. La actividad de las compañías y sus directivos principales
en los próximos 15 años es desarrollar el suministro de información del
exterior...”.
No se trata de que prescindamos de la eficiencia. El uso más racional
de los recursos, la reducción de los costos y el ahorro, son objetivos
que deben atenderse, no solo por las empresas, sino también por las
entidades públicas, ONGs, organizaciones sin ánimo de lucro, en fin por
cualquier tipo de organización.
De lo que se trata es de tener claro a qué debemos darle prioridad en
el momento de definir nuestra estrategia, de identificar qué es lo que
debemos estar haciendo, antes de ocuparnos de cómo hacemos, lo que
estamos haciendo. Un especialista presenta un enfoque interesante, en
el que integra ambos enfoques cuando define la “Nueva fórmula del
Éxito”, de la siguiente forma:
Éxito = Eficacia (Efectividad) + Eficiencia + Innovación y cambio
¿Cuál es la lógica de esto?. Sencillamente, que la empresa debe:
primero, identificar qué es lo más conveniente que debe hacer (para aprovechar una oportunidad o neutralizar una amenaza);
después, tratar de hacerlo de la forma más eficiente posible (con el mínimo de gastos):
pero, no se puede limitar a esto, la competencia puede estar
haciendo lo mismo, por tanto, debe tratar de innovar constantemente, de
crear nuevas formas de satisfacer necesidades y generar productos y
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No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz.
Madre Teresa de Calcuta
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Últimos días para reducir nuestra factura fiscal
Alejandro Nieto González 12 de diciembre de 2008
1 comentario
Quedan pocos días de 2008 y todavía estamos a tiempo para reducir nuestros compromisos con Hacienda.
Una vez que cambiemos de año la suerte estará echada y en mayo
tendremos que declarar si hemos pagado o no suficiente al fisco durante
el año. La única forma que tenemos de reducir nuestra factura fiscal es
tomando acciones que nos permitan deducirnos en la declaración del
próximo año.
Realmente este año no hay novedades frente al
anterior, aparte de la extensión de 4 a 6 años del periodo en el que
podemos tener una cuenta vivienda abierta (aunque se sigue manteniendo
en 4 años los que podemos aplicar la deducción). Las reformas fiscales
importantes se tomaron el año pasado y por tanto todo sigue igual: las
rentas de capital tributan al 18% y las de trabajo tienen unos tipos en
tramos.
Para los que estén interesados recomiendo la guía fiscal que ha publicado Cinco Días y también lo que comentamos por aquí el año pasado
por estas fechas. También recuerdo que en unos días la Agencia
Tributaria sacará un simulador fiscal para poder optimizar las acciones
a realizar teniendo una orientación de lo que cómo van a quedar
nuestras cuentas con el fisco.
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Alejandro Nieto González 12 de diciembre de 2008
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Quedan pocos días de 2008 y todavía estamos a tiempo para reducir nuestros compromisos con Hacienda.
Una vez que cambiemos de año la suerte estará echada y en mayo
tendremos que declarar si hemos pagado o no suficiente al fisco durante
el año. La única forma que tenemos de reducir nuestra factura fiscal es
tomando acciones que nos permitan deducirnos en la declaración del
próximo año.
Realmente este año no hay novedades frente al
anterior, aparte de la extensión de 4 a 6 años del periodo en el que
podemos tener una cuenta vivienda abierta (aunque se sigue manteniendo
en 4 años los que podemos aplicar la deducción). Las reformas fiscales
importantes se tomaron el año pasado y por tanto todo sigue igual: las
rentas de capital tributan al 18% y las de trabajo tienen unos tipos en
tramos.
Para los que estén interesados recomiendo la guía fiscal que ha publicado Cinco Días y también lo que comentamos por aquí el año pasado
por estas fechas. También recuerdo que en unos días la Agencia
Tributaria sacará un simulador fiscal para poder optimizar las acciones
a realizar teniendo una orientación de lo que cómo van a quedar
nuestras cuentas con el fisco.
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No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz.
Madre Teresa de Calcuta
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A mi en ciertas frutas se me ocurre una idea de diversificar el producto y que no sea tán importante la venta en el periodo de recogida.
Lo malo que requiere una inversión..xd
Biel, me gustaría que me escribireses a vimaratravian @ hotmail (todo junto claro) para hablar contigo de unas cosas de ecología.
Lo malo que requiere una inversión..xd
Biel, me gustaría que me escribireses a vimaratravian @ hotmail (todo junto claro) para hablar contigo de unas cosas de ecología.
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- Usuario dorado
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Biel:
Todo ese jaleo de eficacia y eficiencia, teniendo en cuenta que nuestros gastos fijos son enormes, y nuestros ingresos globales están determinados por la PAC+ventas, y que las ventas tienen siempre un componente que escapa a nuestra capacidad de decisión; es decir. como tenemos precios impuestos, creo que todo se reduce a gastar lo menos posible. Es decir, minimizar las inversiones tanto a largo plazo como de campaña, una vez hayamos alcanzado la dimensión necesaria de nuestra explotación. Dimension que ya debe haber sido alcanzada en la mayor parte de las explotaciones. Sopesar si cualquier nueva inversión productiva, va a generar un beneficio mayor que el costo de adquisición. Es decir, quizá deberíamos pensar que ya hemos invertido buena parte de las ayudas de la PAC en las explotaciones (tal vez muchos hayan invertido mucho más de lo necesario con tantos caballos en el tractor y kilos en el remolque), y ahora que vienen los recortes en la ayudas y de los precios, quizá sea el momento de cortar el grifo de la inversión, y recoger el beneficio que se pueda, alcanzando de esa forma una cierta competitividad de nuestros productos.Ebano582008-12-14 17:57:44
Todo ese jaleo de eficacia y eficiencia, teniendo en cuenta que nuestros gastos fijos son enormes, y nuestros ingresos globales están determinados por la PAC+ventas, y que las ventas tienen siempre un componente que escapa a nuestra capacidad de decisión; es decir. como tenemos precios impuestos, creo que todo se reduce a gastar lo menos posible. Es decir, minimizar las inversiones tanto a largo plazo como de campaña, una vez hayamos alcanzado la dimensión necesaria de nuestra explotación. Dimension que ya debe haber sido alcanzada en la mayor parte de las explotaciones. Sopesar si cualquier nueva inversión productiva, va a generar un beneficio mayor que el costo de adquisición. Es decir, quizá deberíamos pensar que ya hemos invertido buena parte de las ayudas de la PAC en las explotaciones (tal vez muchos hayan invertido mucho más de lo necesario con tantos caballos en el tractor y kilos en el remolque), y ahora que vienen los recortes en la ayudas y de los precios, quizá sea el momento de cortar el grifo de la inversión, y recoger el beneficio que se pueda, alcanzando de esa forma una cierta competitividad de nuestros productos.Ebano582008-12-14 17:57:44
Evidentemente no está hecha la miel para la boca del asno
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Ebano por lo que has dicho en otros posts eres supereficiente en el control del gasto y en dar una buena calidad o inmejorable calidad a tu producto, pero quizas si pudieses comercializar tu producto cambiarian mucho los tintes o las cosas. Perdona si crees que no debo decirte como hacer las cosas; pero el otro dia fui a un centro comercial (Alcampo) y vi almendras crudas en bolsa de 1 kg a 4,5 €; a mi me las han pagado a 0,40 €/kg.A mi no me ha supuesto apenas ingreso por el mucho trabajo solamente de recogida y lo que ha quedado "limpio" en fin si termino de quitar gastos ni siquiera cubre.La minima inversión por desgracia llego tarde a eso y ahora me toca navegar con lo que tengo y defenderlo lo mejor que pueda, pero creo que es una buena y muy importante premisa para todo.el beneficio que tan dificil resulta siempre conseguir, tendremos que mirar alrededor a los que le va bien y preguntarnos porque. saludos Ebano y mis mejores deseos para que podamos seguir adelante.
Biel2008-12-14 19:01:21
No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz.
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