Tras un exhaustivo control de maduración, las uvas son recolectadas en su estado óptimo en recipientes de capacidad inferior a 200 kilgoramos.
A continuación se selecciona en bodega manualmente para posteriormente realizar una fermentación lenta. Le prosigue una crianza de 14 meses en barricas de roble y un posterior afinamiento en botella.
Su acidez y vivacidad típicos de nuestros viñedos de montaña, componen un vino excepcional que marida a la perfección con solomillos y quesos de oveja.