Publicado: 07 Mar 2011, 18:28
Los petroleros quieren subir la bombona un 23%01 marzo 2011A Libia revuelta, ganancia de petroleros. Peligro a la vista: la bombona de butano o propano, que se hace con gas licuado del petróleo, subirá en un mes, el 1 de abril. En el menos malo de los casos, un 6%; en el peor, hasta un 22,9%. A lo largo de todo el 2010, subió un 16,6%; en enero pasado, un 3,13% más.La inestabilidad de Libia ha sido la guinda. El lobby petrolero (Repsol, Cepsa, etc.) ya llevaba muchas semanas presionando al Ministerio de Industria para que le autorizara subidas descomunales de la bombona. Con Libia, les ha venido dios a ver: ahora tienen más argumentos.El precio del gas embotellado no es libre en España. Lo fija la Administración. Se calcula cada tres meses, aplicando una fórmula matemática que recoge diferentes costes, sobre todo el de las materias primas. A mitad del trimestre, ya se sabe más o menos cuánto va a subir el precio al comienzo del siguiente. Esta vez, sería en torno a un 6%… si el 1 de abril se aplicara la fórmula de cálculo vigente. ¿Y es que no se va a hacer? No se sabe. Los petroleros se han empeñado en que hay que cambiar la fórmula porque en su opinión no recoge bien los costes que tienen. Han aprovechado la inestabilidad y la tendencia al alza de los precios petrolíferos y el hecho de que el secretario de Estado de Energía, Fabrizio Hernández, es nuevo en el cargo (llegó en enero) para calentarle a éste la oreja. Si cuelan su fórmula, la bombona puede subir el 1 de abril hasta un 22,9%, 3 euros.Los petroleros están crecidos. La nueva Ley del Tabaco les ha ampliado la clientela, les ha dado un cliente nuevo y de gran consumo: los bares y restaurantes con terraza. Con la entrada en vigor, en pleno frío invernal, de la nueva ley antitabaco, miles de bares de toda España han abierto terrazas para fumadores, terrazas que calientan con calefactores portátiles, la gran mayoría de ellos a gas. Consumen mucho: una bombona de 12,5 kilos, que hoy cuesta 13,2 euros, dura unas 22 horas. Una terraza de, por ejemplo, cuatro setas de calor necesita al menos una docena de bombonas a la semana.Pero no serán los bares los principales perjudicados si los gasistas logran torcerle el brazo a Fabrizio Hernández. Serán las familias que aún cocinan y se calientan con gas embotellado, la mayoría de ellos de clase media y media baja. Una subida disparatada de la bombona sería demoledora en sus precarias economía. A un jubilado que viva de una pensión de 742 euros (hay muchísimos) subirle la bombona de 13,2 a 16,2 euros, que es lo que quieren los petroleros, es darle una puñalada. ¡Aguanta, Fabrizio!