La sequía provoca la peor cosecha de cereales de los últimos
Publicado: 23 May 2017, 12:04
Comienzan a evidenciarse los resultados de la geoingeniería de aerosoles estratosféricos y las alteraciones que produce en el ciclo hidrológico.
http://www.eleconomista.es/empresas-fin ... -anos.html
El cereal y el viñedo se han llevado la peor parte, pero varios son los cultivos afectados. Las pérdidas son millonarias, sólo en Castilla y León, la primera productora de cereal de nuestro país. De hecho, la Alianza Upa-Coag ha anunciado que se dejarán de ingresar mil millones de euros. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro
Ante esta crítica situación, los sindicatos han pedido unánimemente ayudas directas. El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) se niega en redondo a concederlas, pero ha anunciado distintas líneas para apoyar a los agricultores, como anticipar las ayudas de la PAC a octubre y medidas financieras y fiscales, que se sumen al sistema de seguros. Un problema añadido, porque la triste realidad es que, en los cultivos más afectados, el cereal y la vid, no se llega al 40% de nivel de aseguramiento.
La Sectorial de Cereales de Asaja ha analizado los datos de los que dispone de la campaña de cereales de este año y sus primeras estimaciones son que la cosecha de cereales de invierno 2017 se reducirá en un 50% respecto a la pasada campaña; es decir, que rondará los 9,5 millones de toneladas. La campaña pasada la cosecha fue de 19,3 millones de toneladas. De confirmarse estas previsiones estaríamos ante la peor cosecha de los últimos 27 años sin llegarse a superar siquiera la de 1995, con 11,5 millones de toneladas.
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La zona productora por excelencia, Castilla y León, que aporta el 50% de la producción nacional, registra las mayores pérdidas con reducciones de cosecha que oscilan entre el 50 y el 80% según Asaja. "La situación general es catastrófica, no recuerdo nada parecido en los últimos 25 años", explica Eusebio Miguel Antolín, agricultor en Torquemada (Palencia).
Con una superficie sembrada muy similar a la del pasado año en nuestro país, 5,7 millones de hectáreas, las variaciones respecto a las previsiones de producción son enormes. Los cálculos son de una merma de cosecha del 15% en las zonas menos afectadas como puede ser Cataluña, hasta el 80-100% de zonas muy dañadas en comarcas de Palencia, Valladolid, Ávila, Badajoz, Toledo y Navarra. El resto, es decir, gran parte de Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid, Aragón y el resto de Castilla y León registran pérdidas entre el 30 y el 70%, según comarcas, aclara Asaja: "Por primera vez desde el año 1992, se puede dejar la mayor parte del cereal sin cosechar. Tras los últimos 35 litros que han caído, tenemos que ver cómo evoluciona el cereal, porque ahora mismo es una incógnita, aunque las previsiones son pesimistas", asegura Antolín.
Cataluña es la zona productora menos afectada por la falta de precipitaciones, con daños que no superan el 15%, seguida de Andalucía que registra daños entre el 15 y el 30%, siendo las siembras tempranas las que soportan daños irreversibles. Paradójicamente, presentan mejor estado las tierras que no han realizado rotación que aquellas que sí lo han hecho, nos comenta este agricultor palentino. "El girasol esquilma más la tierra y las explotaciones que han realizado monocultivo de cereal están mejor, porque han administrado mejor sus recursos".
La sequía y las heladas registradas en los últimos días provocarán, según la Alianza Upa-Coag, "situaciones dramáticas" en comarcas como Tierra de Campos, Aliste en Zamora, el sur de Valladolid, el norte de Segovia y Ávila, y una parte de Salamanca, donde no se recogerá este año el 40% de la cosecha de cereal. En el resto de Castilla y León, los daños oscilan entre el 15 y el 80% en los cultivos.
Problemas para el riego
Con este escenario, las parcelas que se cosechen tendrán unos rendimientos medios de entre 800 y 1.200 kilos por hectárea. Esto se traduce en una campaña de 1,5 millones de toneladas, frente a los 6,5 millones de media de los últimos diez años. Así, se pasará de unos ingresos de 1.040 millones de euros a 240, con una pérdida de 800 millones sólo en cereal. "Si a ello se suman las pérdidas en colza, guisantes o vezas, los agricultores dejarán de ingresar más de mil millones de euros", alerta el coordinador autonómico de Coag, Lorenzo Rivera.
La situación en el regadío es preocupante, con la reserva hidráulica al 57,7% de su capacidad total y en unos niveles bajos con respecto a la media. "Hay comunidades de regantes que ya saben que no van a tener agua. Otras han acordado condenar el 20% de su explotación y aprovechar la poca agua que tienen para poder regar el 60% de sus parcelas", explica Eusebio Miguel Antolín. El objetivo es salvar parte de la cosecha e intentar compensar todos los gastos que se han realizado como pago de cánones, modernización de regadíos y tarifas hídricas.
Las heladas se ceban con el viñedo
Tras el cereal, el viñedo es el cultivo que más ha sufrido. Heladas que han oscilado entre los -4 grados y hasta los -9 en algunos casos, mermarán la futura cosecha. "Hacía mucho tiempo que la helada no atacaba al viñedo como este año", explica José Ugarrio, responsable técnico del Sector del vino de Asaja.
Las zonas más afectadas han sido Castilla y León, la Rioja y Galicia principalmente, y en menor medida Valencia y Aragón. En total, según Asaja, hay afectadas 110.000 hectáreas de viñedo en diferentes grados. "En Bierzo y la Denominación Tierras de León, la situación ha sido especialmente grave con temperaturas de 9 grados bajo cero", comenta José Ugarrio.
La zona de la Rioja tampoco ha escapado. El frío extremo ha perjudicado a unas 26.000 hectáreas de las 62.000 que tiene esta región. "La peor parte se la ha llevado la zona media y alta de la Rioja", explica Ugarrio. En Galicia, el panorama no es mejor. A excepción de Rías Baixas, que ha sido la menos afectada, con un 10% de sus viñedos. En total, en Galicia han quedado dañadas unas 15.000 hectáreas.
El sector del forraje también está atravesando una situación complicada. Sin reservas de agua, en Castilla y León, donde la situación es límite, apenas se ha podido sacar un primer corte y se teme seriamente por los siguientes. "En regadío en esta zona lo normal son una media de entre 4.000 y 5.000 kilos y los que lo han sacado adelante se han quedado a la mitad, unos 2.000", explica Javier Gallego, de Osorno (Palencia). En secano la situación es desastrosa, ni siquiera se ha sacado un primer corte. "Las vezas también están muy paradas y algún agricultor se ha aventurado a dar un riego para salvar el cultivo, pero no ha servido de mucho. Toca esperar a ver si llueve algo más y el tiempo acompaña", comenta Gallego.
En la zona del Ebro ahora mismo se llegan por el segundo corte de la alfalfa. Había incertidumbre por si se iba a poder completar la campaña de riego y tras las últimas lluvias parece que se logrará. "Al final del ciclo del cultivo puede que haya alguna limitación, pero las últimas tormentas han recuperado bien las reservas de agua", comenta Juan Carlos Planas, agricultor en Zuera (Zaragoza).
El lúpulo es otro de los cultivos afectados. Aunque se temió que las heladas hubieran acabado con todo el lúpulo de la comarca leonesa de Carrizo de la Ribera, que cultiva el 98% del país, pero ha vuelto a brotar", explica Jose Antonio Turrado, secretario general de Asaja León.
Incertidumbre con el girasol
En lo que respecta al girasol, las noticias son completamente diferentes entre la zona sur y el norte. En Andalucía, la sequía no ha sido extrema, ha llovido lo suficiente y el cultivo tiene buena presencia. "Para este año en el sur se espera una buena cosecha", señala Jose Antonio Blanco, gerente de Semillas Blanco, empresa experta en oleaginosas.
La situación es bien diferente en las dos Castillas; la sequía ha hecho mella y va a haber una reducción de siembra de girasol de un 20% menos debido a la escasez de lluvias. "Las expectativas de cosecha de lo que se ha podido sembrar no son buenas, porque las reservas de agua están al mínimo y no se ha creado la bodega suficiente que necesita el girasol", comenta Blanco.
En Castilla y León, la colza también se ha visto muy afectada por heladas y sequía. Las pérdidas van a ser muy parecidas a las del cereal. "Si se esperaban sacar de media unos 2.000 kilos de colza por hectárea en esta Comunidad en secano, lo más probable es que se llegue de manera muy justa a los 500 kilos por hectárea", explica el gerente de Semillas Blanco.
Liquidez financiera y reducción de impuestos
El Mapama ha descartado rotundamente que vaya a dar ayudas directas a los afectados por la sequía, como reclaman las organizaciones agrarias de algunas comunidades, pero ya trabaja en distintas líneas para apoyar a los agricultores. El Ministerio quiere que los anticipos de la PAC de la campaña 2017 puedan abonarse a partir del 16 de octubre.
La ministra ha avanzado también la tramitación de una convocatoria de ayudas a la financiación agraria, dotada con un máximo de 90 millones de euros, que beneficiará a las explotaciones con mayores dificultades de financiación. Entre estas medidas, García Tejerina ha mencionado la reciente publicación de la orden de reducción de módulos para el IRPF de 2016, lo que supone una rebaja de impuestos para los agricultores.
Castilla y León también ha anunciado medidas. Esta Comunidad ha solicitado a la UE el aelanto del 100% del pago de las ayudas de la PAC y quiere establecer un protocolo de sequía que permita establecer unos mecanismos prefijados cada cinco o seis años, que es el periodo en el que se observa una situación de sequía. El objetivo es aplicar medidas estructurales que corrijan una situación que se repetirá cada vez más por el cambio climático. También, dado el bajo nivel de aseguramiento, quieren crear con Enesa un grupo específico para analizar estos desequilibrios entre provincias y determinar qué elementos inciden a la hora de contratar o no los seguros.
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El cereal y el viñedo se han llevado la peor parte, pero varios son los cultivos afectados. Las pérdidas son millonarias, sólo en Castilla y León, la primera productora de cereal de nuestro país. De hecho, la Alianza Upa-Coag ha anunciado que se dejarán de ingresar mil millones de euros. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro
Ante esta crítica situación, los sindicatos han pedido unánimemente ayudas directas. El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) se niega en redondo a concederlas, pero ha anunciado distintas líneas para apoyar a los agricultores, como anticipar las ayudas de la PAC a octubre y medidas financieras y fiscales, que se sumen al sistema de seguros. Un problema añadido, porque la triste realidad es que, en los cultivos más afectados, el cereal y la vid, no se llega al 40% de nivel de aseguramiento.
La Sectorial de Cereales de Asaja ha analizado los datos de los que dispone de la campaña de cereales de este año y sus primeras estimaciones son que la cosecha de cereales de invierno 2017 se reducirá en un 50% respecto a la pasada campaña; es decir, que rondará los 9,5 millones de toneladas. La campaña pasada la cosecha fue de 19,3 millones de toneladas. De confirmarse estas previsiones estaríamos ante la peor cosecha de los últimos 27 años sin llegarse a superar siquiera la de 1995, con 11,5 millones de toneladas.
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La zona productora por excelencia, Castilla y León, que aporta el 50% de la producción nacional, registra las mayores pérdidas con reducciones de cosecha que oscilan entre el 50 y el 80% según Asaja. "La situación general es catastrófica, no recuerdo nada parecido en los últimos 25 años", explica Eusebio Miguel Antolín, agricultor en Torquemada (Palencia).
Con una superficie sembrada muy similar a la del pasado año en nuestro país, 5,7 millones de hectáreas, las variaciones respecto a las previsiones de producción son enormes. Los cálculos son de una merma de cosecha del 15% en las zonas menos afectadas como puede ser Cataluña, hasta el 80-100% de zonas muy dañadas en comarcas de Palencia, Valladolid, Ávila, Badajoz, Toledo y Navarra. El resto, es decir, gran parte de Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid, Aragón y el resto de Castilla y León registran pérdidas entre el 30 y el 70%, según comarcas, aclara Asaja: "Por primera vez desde el año 1992, se puede dejar la mayor parte del cereal sin cosechar. Tras los últimos 35 litros que han caído, tenemos que ver cómo evoluciona el cereal, porque ahora mismo es una incógnita, aunque las previsiones son pesimistas", asegura Antolín.
Cataluña es la zona productora menos afectada por la falta de precipitaciones, con daños que no superan el 15%, seguida de Andalucía que registra daños entre el 15 y el 30%, siendo las siembras tempranas las que soportan daños irreversibles. Paradójicamente, presentan mejor estado las tierras que no han realizado rotación que aquellas que sí lo han hecho, nos comenta este agricultor palentino. "El girasol esquilma más la tierra y las explotaciones que han realizado monocultivo de cereal están mejor, porque han administrado mejor sus recursos".
La sequía y las heladas registradas en los últimos días provocarán, según la Alianza Upa-Coag, "situaciones dramáticas" en comarcas como Tierra de Campos, Aliste en Zamora, el sur de Valladolid, el norte de Segovia y Ávila, y una parte de Salamanca, donde no se recogerá este año el 40% de la cosecha de cereal. En el resto de Castilla y León, los daños oscilan entre el 15 y el 80% en los cultivos.
Problemas para el riego
Con este escenario, las parcelas que se cosechen tendrán unos rendimientos medios de entre 800 y 1.200 kilos por hectárea. Esto se traduce en una campaña de 1,5 millones de toneladas, frente a los 6,5 millones de media de los últimos diez años. Así, se pasará de unos ingresos de 1.040 millones de euros a 240, con una pérdida de 800 millones sólo en cereal. "Si a ello se suman las pérdidas en colza, guisantes o vezas, los agricultores dejarán de ingresar más de mil millones de euros", alerta el coordinador autonómico de Coag, Lorenzo Rivera.
La situación en el regadío es preocupante, con la reserva hidráulica al 57,7% de su capacidad total y en unos niveles bajos con respecto a la media. "Hay comunidades de regantes que ya saben que no van a tener agua. Otras han acordado condenar el 20% de su explotación y aprovechar la poca agua que tienen para poder regar el 60% de sus parcelas", explica Eusebio Miguel Antolín. El objetivo es salvar parte de la cosecha e intentar compensar todos los gastos que se han realizado como pago de cánones, modernización de regadíos y tarifas hídricas.
Las heladas se ceban con el viñedo
Tras el cereal, el viñedo es el cultivo que más ha sufrido. Heladas que han oscilado entre los -4 grados y hasta los -9 en algunos casos, mermarán la futura cosecha. "Hacía mucho tiempo que la helada no atacaba al viñedo como este año", explica José Ugarrio, responsable técnico del Sector del vino de Asaja.
Las zonas más afectadas han sido Castilla y León, la Rioja y Galicia principalmente, y en menor medida Valencia y Aragón. En total, según Asaja, hay afectadas 110.000 hectáreas de viñedo en diferentes grados. "En Bierzo y la Denominación Tierras de León, la situación ha sido especialmente grave con temperaturas de 9 grados bajo cero", comenta José Ugarrio.
La zona de la Rioja tampoco ha escapado. El frío extremo ha perjudicado a unas 26.000 hectáreas de las 62.000 que tiene esta región. "La peor parte se la ha llevado la zona media y alta de la Rioja", explica Ugarrio. En Galicia, el panorama no es mejor. A excepción de Rías Baixas, que ha sido la menos afectada, con un 10% de sus viñedos. En total, en Galicia han quedado dañadas unas 15.000 hectáreas.
El sector del forraje también está atravesando una situación complicada. Sin reservas de agua, en Castilla y León, donde la situación es límite, apenas se ha podido sacar un primer corte y se teme seriamente por los siguientes. "En regadío en esta zona lo normal son una media de entre 4.000 y 5.000 kilos y los que lo han sacado adelante se han quedado a la mitad, unos 2.000", explica Javier Gallego, de Osorno (Palencia). En secano la situación es desastrosa, ni siquiera se ha sacado un primer corte. "Las vezas también están muy paradas y algún agricultor se ha aventurado a dar un riego para salvar el cultivo, pero no ha servido de mucho. Toca esperar a ver si llueve algo más y el tiempo acompaña", comenta Gallego.
En la zona del Ebro ahora mismo se llegan por el segundo corte de la alfalfa. Había incertidumbre por si se iba a poder completar la campaña de riego y tras las últimas lluvias parece que se logrará. "Al final del ciclo del cultivo puede que haya alguna limitación, pero las últimas tormentas han recuperado bien las reservas de agua", comenta Juan Carlos Planas, agricultor en Zuera (Zaragoza).
El lúpulo es otro de los cultivos afectados. Aunque se temió que las heladas hubieran acabado con todo el lúpulo de la comarca leonesa de Carrizo de la Ribera, que cultiva el 98% del país, pero ha vuelto a brotar", explica Jose Antonio Turrado, secretario general de Asaja León.
Incertidumbre con el girasol
En lo que respecta al girasol, las noticias son completamente diferentes entre la zona sur y el norte. En Andalucía, la sequía no ha sido extrema, ha llovido lo suficiente y el cultivo tiene buena presencia. "Para este año en el sur se espera una buena cosecha", señala Jose Antonio Blanco, gerente de Semillas Blanco, empresa experta en oleaginosas.
La situación es bien diferente en las dos Castillas; la sequía ha hecho mella y va a haber una reducción de siembra de girasol de un 20% menos debido a la escasez de lluvias. "Las expectativas de cosecha de lo que se ha podido sembrar no son buenas, porque las reservas de agua están al mínimo y no se ha creado la bodega suficiente que necesita el girasol", comenta Blanco.
En Castilla y León, la colza también se ha visto muy afectada por heladas y sequía. Las pérdidas van a ser muy parecidas a las del cereal. "Si se esperaban sacar de media unos 2.000 kilos de colza por hectárea en esta Comunidad en secano, lo más probable es que se llegue de manera muy justa a los 500 kilos por hectárea", explica el gerente de Semillas Blanco.
Liquidez financiera y reducción de impuestos
El Mapama ha descartado rotundamente que vaya a dar ayudas directas a los afectados por la sequía, como reclaman las organizaciones agrarias de algunas comunidades, pero ya trabaja en distintas líneas para apoyar a los agricultores. El Ministerio quiere que los anticipos de la PAC de la campaña 2017 puedan abonarse a partir del 16 de octubre.
La ministra ha avanzado también la tramitación de una convocatoria de ayudas a la financiación agraria, dotada con un máximo de 90 millones de euros, que beneficiará a las explotaciones con mayores dificultades de financiación. Entre estas medidas, García Tejerina ha mencionado la reciente publicación de la orden de reducción de módulos para el IRPF de 2016, lo que supone una rebaja de impuestos para los agricultores.
Castilla y León también ha anunciado medidas. Esta Comunidad ha solicitado a la UE el aelanto del 100% del pago de las ayudas de la PAC y quiere establecer un protocolo de sequía que permita establecer unos mecanismos prefijados cada cinco o seis años, que es el periodo en el que se observa una situación de sequía. El objetivo es aplicar medidas estructurales que corrijan una situación que se repetirá cada vez más por el cambio climático. También, dado el bajo nivel de aseguramiento, quieren crear con Enesa un grupo específico para analizar estos desequilibrios entre provincias y determinar qué elementos inciden a la hora de contratar o no los seguros.