Debido a los "altos precios" de los terneros destetados que ya sabemos todos (bueno excepto los pocos del foro que los venden a 600 euros),que resultados creeis que saldria de lo siguiente:
Mientras el ternero está con la madre ponerle pienso a libre disposicion en una tolva (esto ya lo hacemos algunos),destetarlo a los 6-7 meses y cebarlo sólo hasta los nueve meses,que de hecho es la edad a la que matabamos las terneras antes. Seria para vender a carniceros directamente,o realizar despiece y vender a consumidor final. Mi pregunta va encaminada a cuántos meses creeis mínimos para que la carne sea comercializada de un modo aceptable (color,madurez,etc...). Bueno si aparte creeis que puede haber alguna otra observación interesante... Sólo es,una vez más,para ver si es posible aumentar el rendimiento económico de nuestro producto,quitando de por medio el intermediario.
El sistema sólo persigue tener al animal en cebadero el mínimo tiempo posible,para conseguir hacer comercializable el producto. Evidentemente se trataria de otro tipo de carne que la actual;pero mejor o peor?
Bueno supongo que ya imaginaís que este razonamiento me lo estoy planteando debido a los precios miserables que se estan pagando para los terneros pastencos,al menos en mi zona.
cebo de terneros pasteros
Albert, creo que somos muchos los que estamos pensando algo parecido. Además, la normativa, que ya esta en vigor desde julio de este año, sobre denominación de venta de carne de ternera, creo que apoya ese nuevo nicho de mercado del que hablas. En dicha normativa se distingue:
Carne de Ternera Blanca: aquella procedente de animales bovinos con una edad comprendida desde su nacimiento hasta el día que cumplan 8 meses de edad.
Carne de Ternera: aquella procedente de animales bovinos con una edad comprendida desde el día siguiente a cumplir los 8 meses hasta el día que cumplan 12 meses de edad.
Carne de Añojo: aquella procedente de animales bovinos con una edad comprendida desde el día siguiente a cumplir los 12 meses hasta el día que cumplan 24 meses de edad.
Mi opinión sobre el tema es favorable, pero en mi modesta opinión, debemos mejorar y modificar algunos aspectos de nuestros sistemas productivos. Tres aspectos generales serian sobre los que deberíamos incidir:
Mejora genética de las reproductoras:
Creo que, en general, los ganaderos nos hemos dejado llevar por modas e influencias de todo tipo y pocas veces nos hemos planteado estudiar racionalmente las circunstancias de nuestros sistemas de explotación y los objetivos que queremos alcanzar, para decidir que genética utilizar. Por ejemplo, en nuestros sistemas extensivos, casi toda la genética que ahora mismo se explota (incluyo razas autóctonas, todo tipo de cruces y razas integradas), en líneas generales, están escasas en producción de leche para criar un buen ternero. Entiendo que es complicado encontrar el justo punto de equilibrio para que, sin pasarnos (lo que sería un grave error), encontremos esa vaca buena criadora. Además, esa “vaca ideal” debería ser reproductivamente eficiente (intervalos de partos ≤ 12 meses) y con una buena facilidad al parto, buen carácter (cada día factor más importante por la frecuencia de las actuaciones sanitarias), con buena aptitud para la producción de carne y rústica.
¿Es posible conseguir este ideal de hembra reproductora para nuestros sistemas extensivos? Yo pienso que sí, o por lo menos aproximarnos mucho. Y no se trata de ponernos como locos a coger ciertas razas y empezar a realizar probaturas sin ton ni son, haciendo cócteles y amalgamas genéticas que no tengan sentido. Algo que sí debemos hacer es conocer lo que hacen en otros grandes países productores de carne (Brasil, Argentina, Nueva Zelanda, USA, Canadá, Inglaterra) y otros menos importantes pero donde se hacen las cosas bien (Dinamarca), no con el fin de copiar, si no de conocer el motivo técnico de la elección de sus genéticas. Y dejar de mirarnos solo en el espejo de Francia que, con todos mis respetos como gran país productor de vacuno de carne y con una extraordinaria genética, a efectos de sistemas extensivos, tiene menos que mostrar. Otra cuestión son los sistemas “semi” (semiextensivos o semiintensivos) donde si que tenemos en ellos un cercano país que no tiene parangón.
Yo creo que las razas que pueden ser interesantes utilizar para conseguir esa vaca ideal para nuestros sistemas extensivos son aquellas conocidas zootécnicamente como de doble aptitud carne-leche, sobre todo de aquellas que tienen líneas más específicamente volcadas a la producción de carne, pero que mantienen una aceptable producción lechera. En concreto puedo proponer una raza que, aunque lleva bastante tiempo asentada en España, es una gran desconocida para muchos ganaderos, entre los que me incluyo. Se trata de la raza Simmental-Fleckvieh. Creeme que no tengo interés de ningún tipo en esta raza, salvo el puramente zootécnico para encontrar algo que satisfaga mis ideales como ganadero. Creo que una reproductora F1, obtenido a partir de casi cualquier genotipo que tengamos (autóctona, cruzada o integrada) cruzado con esas líneas de Simmental cárnico, mejoraría en su producción lechera en su justa medida, a la vez que mantendría y en muchos casos mejoraríamos las características carniceras de la F2 comercial con destino a sacrificio (índices de crecimiento, conformaciones, rendimientos y calidades de canal), a la vez que mantendríamos el mínimo indispensables de rusticidad en la F1. También se mejoraría el carácter y la facilidad de manejo, manteniéndose y, en algunos casos mejorándose, su comportamiento reproductivo. Posiblemente, haciendo lo mismo con otras razas de doble aptitud carne-leche , podrían obtenerse resultados similares.
Programación de parideras:
Estimo que lo ideal sería hacer unas cubriciones programadas para que los partos tuvieran lugar los mese de septiembre, octubre y noviembre. De esta manera haríamos coincidir los meses de mayor oferta forrajera en cantidad y calidad (meses de marzo, abril y mayo) con la presencia de terneros de 6,7y 8 meses. Si hemos podido conseguir esa genética de la que hablamos en el apartado interior, podemos destetar terneros en el mes de junio, cuando los pastos se empiecen a secar, y con 2-2,5 meses que los tengamos en cebo, los tendremos preparados para sacrificarlos como ternera, con muy buenos pesos de sacrificio a los 10-11 meses.
Todo lo comentado estaría referido a explotaciones extensivas en Extremadura. Para otras mas al note o más hacia al sur deberían realizarse los ajustes pertinentes en el calendario.
Mejora de pastos:
También es otra asignatura pendiente de nuestros sistemas extensivos. Con pastos mejorados, podremos asegurar más primaveras óptimas, en cantidad y calidad de forrajes, para conseguir todo lo anteriormente expuesto.
Carne de Ternera Blanca: aquella procedente de animales bovinos con una edad comprendida desde su nacimiento hasta el día que cumplan 8 meses de edad.
Carne de Ternera: aquella procedente de animales bovinos con una edad comprendida desde el día siguiente a cumplir los 8 meses hasta el día que cumplan 12 meses de edad.
Carne de Añojo: aquella procedente de animales bovinos con una edad comprendida desde el día siguiente a cumplir los 12 meses hasta el día que cumplan 24 meses de edad.
Mi opinión sobre el tema es favorable, pero en mi modesta opinión, debemos mejorar y modificar algunos aspectos de nuestros sistemas productivos. Tres aspectos generales serian sobre los que deberíamos incidir:
Mejora genética de las reproductoras:
Creo que, en general, los ganaderos nos hemos dejado llevar por modas e influencias de todo tipo y pocas veces nos hemos planteado estudiar racionalmente las circunstancias de nuestros sistemas de explotación y los objetivos que queremos alcanzar, para decidir que genética utilizar. Por ejemplo, en nuestros sistemas extensivos, casi toda la genética que ahora mismo se explota (incluyo razas autóctonas, todo tipo de cruces y razas integradas), en líneas generales, están escasas en producción de leche para criar un buen ternero. Entiendo que es complicado encontrar el justo punto de equilibrio para que, sin pasarnos (lo que sería un grave error), encontremos esa vaca buena criadora. Además, esa “vaca ideal” debería ser reproductivamente eficiente (intervalos de partos ≤ 12 meses) y con una buena facilidad al parto, buen carácter (cada día factor más importante por la frecuencia de las actuaciones sanitarias), con buena aptitud para la producción de carne y rústica.
¿Es posible conseguir este ideal de hembra reproductora para nuestros sistemas extensivos? Yo pienso que sí, o por lo menos aproximarnos mucho. Y no se trata de ponernos como locos a coger ciertas razas y empezar a realizar probaturas sin ton ni son, haciendo cócteles y amalgamas genéticas que no tengan sentido. Algo que sí debemos hacer es conocer lo que hacen en otros grandes países productores de carne (Brasil, Argentina, Nueva Zelanda, USA, Canadá, Inglaterra) y otros menos importantes pero donde se hacen las cosas bien (Dinamarca), no con el fin de copiar, si no de conocer el motivo técnico de la elección de sus genéticas. Y dejar de mirarnos solo en el espejo de Francia que, con todos mis respetos como gran país productor de vacuno de carne y con una extraordinaria genética, a efectos de sistemas extensivos, tiene menos que mostrar. Otra cuestión son los sistemas “semi” (semiextensivos o semiintensivos) donde si que tenemos en ellos un cercano país que no tiene parangón.
Yo creo que las razas que pueden ser interesantes utilizar para conseguir esa vaca ideal para nuestros sistemas extensivos son aquellas conocidas zootécnicamente como de doble aptitud carne-leche, sobre todo de aquellas que tienen líneas más específicamente volcadas a la producción de carne, pero que mantienen una aceptable producción lechera. En concreto puedo proponer una raza que, aunque lleva bastante tiempo asentada en España, es una gran desconocida para muchos ganaderos, entre los que me incluyo. Se trata de la raza Simmental-Fleckvieh. Creeme que no tengo interés de ningún tipo en esta raza, salvo el puramente zootécnico para encontrar algo que satisfaga mis ideales como ganadero. Creo que una reproductora F1, obtenido a partir de casi cualquier genotipo que tengamos (autóctona, cruzada o integrada) cruzado con esas líneas de Simmental cárnico, mejoraría en su producción lechera en su justa medida, a la vez que mantendría y en muchos casos mejoraríamos las características carniceras de la F2 comercial con destino a sacrificio (índices de crecimiento, conformaciones, rendimientos y calidades de canal), a la vez que mantendríamos el mínimo indispensables de rusticidad en la F1. También se mejoraría el carácter y la facilidad de manejo, manteniéndose y, en algunos casos mejorándose, su comportamiento reproductivo. Posiblemente, haciendo lo mismo con otras razas de doble aptitud carne-leche , podrían obtenerse resultados similares.
Programación de parideras:
Estimo que lo ideal sería hacer unas cubriciones programadas para que los partos tuvieran lugar los mese de septiembre, octubre y noviembre. De esta manera haríamos coincidir los meses de mayor oferta forrajera en cantidad y calidad (meses de marzo, abril y mayo) con la presencia de terneros de 6,7y 8 meses. Si hemos podido conseguir esa genética de la que hablamos en el apartado interior, podemos destetar terneros en el mes de junio, cuando los pastos se empiecen a secar, y con 2-2,5 meses que los tengamos en cebo, los tendremos preparados para sacrificarlos como ternera, con muy buenos pesos de sacrificio a los 10-11 meses.
Todo lo comentado estaría referido a explotaciones extensivas en Extremadura. Para otras mas al note o más hacia al sur deberían realizarse los ajustes pertinentes en el calendario.
Mejora de pastos:
También es otra asignatura pendiente de nuestros sistemas extensivos. Con pastos mejorados, podremos asegurar más primaveras óptimas, en cantidad y calidad de forrajes, para conseguir todo lo anteriormente expuesto.
[QUOTE=Reivaj]A mi tambien me ronda la idea de cebar por la cabeza Albert, sino fuera por la maldita crisis, probablemente ya habria comenzado. Pero de momento no me lo puedo permitir.[/QUOTE]
Ahora puede ser el momento de cebar,los cereales van en caida libre,este fin de semana he estado por Francia viendo chotos y me comentaban que estaban pagando el maiz a 100 € /tm. Asi que imaginar a que precio nos van a mandar el maiz para aqui.
Saludos....
Ahora puede ser el momento de cebar,los cereales van en caida libre,este fin de semana he estado por Francia viendo chotos y me comentaban que estaban pagando el maiz a 100 € /tm. Asi que imaginar a que precio nos van a mandar el maiz para aqui.
Saludos....
Reivaj :yo antes cebaba y lo dejé antes de la subida del cereal (esto sí que es leche),simplemente porque la nave para cebadero la tenia en una finca diferente a la de las vacas,se me jubiló el hombre que tenia y ahora evidentemente no me sale a cuenta poner un empleo fijo,y yo no tengo horas para estar en los dos sitios.Pero se me está pasando por la cabeza realizar un sistema de engorde corto (por decirlo de alguna manera) debido a los precios ruinosos que me pagan a mi y atodos los de mi zona.
Esta mañana 4 machos y 3 terneras cruzadas de charolés,no son super ni mucho menos, pero han comido harina de maiz y son de unos 5-6 meses a 65000!! Pero lo que jode es que si tuviera azul belga como tuve años tampoco te dan lo que te tendrian que dar para compensar los inconvenientes que dan esta raza. (partos,menor rusticidad,etc) A mi vecino con limusines puros espectaculares, que van a exposición para sementales,le ofrecieron 70000,ahora los está engordando.
Esta mañana 4 machos y 3 terneras cruzadas de charolés,no son super ni mucho menos, pero han comido harina de maiz y son de unos 5-6 meses a 65000!! Pero lo que jode es que si tuviera azul belga como tuve años tampoco te dan lo que te tendrian que dar para compensar los inconvenientes que dan esta raza. (partos,menor rusticidad,etc) A mi vecino con limusines puros espectaculares, que van a exposición para sementales,le ofrecieron 70000,ahora los está engordando.
[QUOTE=Juanjo16]
Albert, creo que somos muchos los que estamos pensando algo parecido. Además, la normativa, que ya esta en vigor desde julio de este año, sobre denominación de venta de carne de ternera, creo que apoya ese nuevo nicho de mercado del que hablas. En dicha normativa se distingue:
Carne de Ternera Blanca: aquella procedente de animales bovinos con una edad comprendida desde su nacimiento hasta el día que cumplan 8 meses de edad.
Carne de Ternera: aquella procedente de animales bovinos con una edad comprendida desde el día siguiente a cumplir los 8 meses hasta el día que cumplan 12 meses de edad.
Carne de Añojo: aquella procedente de animales bovinos con una edad comprendida desde el día siguiente a cumplir los 12 meses hasta el día que cumplan 24 meses de edad.
Mi opinión sobre el tema es favorable, pero en mi modesta opinión, debemos mejorar y modificar algunos aspectos de nuestros sistemas productivos. Tres aspectos generales serian sobre los que deberíamos incidir:
Mejora genética de las reproductoras:
Creo que, en general, los ganaderos nos hemos dejado llevar por modas e influencias de todo tipo y pocas veces nos hemos planteado estudiar racionalmente las circunstancias de nuestros sistemas de explotación y los objetivos que queremos alcanzar, para decidir que genética utilizar. Por ejemplo, en nuestros sistemas extensivos, casi toda la genética que ahora mismo se explota (incluyo razas autóctonas, todo tipo de cruces y razas integradas), en líneas generales, están escasas en producción de leche para criar un buen ternero. Entiendo que es complicado encontrar el justo punto de equilibrio para que, sin pasarnos (lo que sería un grave error), encontremos esa vaca buena criadora. Además, esa “vaca ideal” debería ser reproductivamente eficiente (intervalos de partos ≤ 12 meses) y con una buena facilidad al parto, buen carácter (cada día factor más importante por la frecuencia de las actuaciones sanitarias), con buena aptitud para la producción de carne y rústica.
¿Es posible conseguir este ideal de hembra reproductora para nuestros sistemas extensivos? Yo pienso que sí, o por lo menos aproximarnos mucho. Y no se trata de ponernos como locos a coger ciertas razas y empezar a realizar probaturas sin ton ni son, haciendo cócteles y amalgamas genéticas que no tengan sentido. Algo que sí debemos hacer es conocer lo que hacen en otros grandes países productores de carne (Brasil, Argentina, Nueva Zelanda, USA, Canadá, Inglaterra) y otros menos importantes pero donde se hacen las cosas bien (Dinamarca), no con el fin de copiar, si no de conocer el motivo técnico de la elección de sus genéticas. Y dejar de mirarnos solo en el espejo de Francia que, con todos mis respetos como gran país productor de vacuno de carne y con una extraordinaria genética, a efectos de sistemas extensivos, tiene menos que mostrar. Otra cuestión son los sistemas “semi” (semiextensivos o semiintensivos) donde si que tenemos en ellos un cercano país que no tiene parangón.
Yo creo que las razas que pueden ser interesantes utilizar para conseguir esa vaca ideal para nuestros sistemas extensivos son aquellas conocidas zootécnicamente como de doble aptitud carne-leche, sobre todo de aquellas que tienen líneas más específicamente volcadas a la producción de carne, pero que mantienen una aceptable producción lechera. En concreto puedo proponer una raza que, aunque lleva bastante tiempo asentada en España, es una gran desconocida para muchos ganaderos, entre los que me incluyo. Se trata de la raza Simmental-Fleckvieh. Creeme que no tengo interés de ningún tipo en esta raza, salvo el puramente zootécnico para encontrar algo que satisfaga mis ideales como ganadero. Creo que una reproductora F1, obtenido a partir de casi cualquier genotipo que tengamos (autóctona, cruzada o integrada) cruzado con esas líneas de Simmental cárnico, mejoraría en su producción lechera en su justa medida, a la vez que mantendría y en muchos casos mejoraríamos las características carniceras de la F2 comercial con destino a sacrificio (índices de crecimiento, conformaciones, rendimientos y calidades de canal), a la vez que mantendríamos el mínimo indispensables de rusticidad en la F1. También se mejoraría el carácter y la facilidad de manejo, manteniéndose y, en algunos casos mejorándose, su comportamiento reproductivo. Posiblemente, haciendo lo mismo con otras razas de doble aptitud carne-leche , podrían obtenerse resultados similares.
Programación de parideras:
Estimo que lo ideal sería hacer unas cubriciones programadas para que los partos tuvieran lugar los mese de septiembre, octubre y noviembre. De esta manera haríamos coincidir los meses de mayor oferta forrajera en cantidad y calidad (meses de marzo, abril y mayo) con la presencia de terneros de 6,7y 8 meses. Si hemos podido conseguir esa genética de la que hablamos en el apartado interior, podemos destetar terneros en el mes de junio, cuando los pastos se empiecen a secar, y con 2-2,5 meses que los tengamos en cebo, los tendremos preparados para sacrificarlos como ternera, con muy buenos pesos de sacrificio a los 10-11 meses.
Todo lo comentado estaría referido a explotaciones extensivas en Extremadura. Para otras mas al note o más hacia al sur deberían realizarse los ajustes pertinentes en el calendario.
Mejora de pastos:
También es otra asignatura pendiente de nuestros sistemas extensivos. Con pastos mejorados, podremos asegurar más primaveras óptimas, en cantidad y calidad de forrajes, para conseguir todo lo anteriormente expuesto.[/QUOTE]
Bueno yo soy del norte de Cataluña,pero a tu mensaje no puedo añadir nada más,sólo que estoy totalmente de acuerdo con todo.
Sólo decir que quizás no es tan difícil empezar,porque e muchas ocasiones estoy seguro que actualmente ya destetamos tarde,por tanto se trataria de completar el proceso que ya estamos haciendo,sin tener que llegar a los pesos que ahora se llega en cebaderos.Quizas buscar calidad en vez de cantidad,menos giro de dinero,pero más eficiente. Por otro lado creo que si buscamos calidad de carne,nos podemos ir olvidando de razas superespecializadas de carne.
Albert, creo que somos muchos los que estamos pensando algo parecido. Además, la normativa, que ya esta en vigor desde julio de este año, sobre denominación de venta de carne de ternera, creo que apoya ese nuevo nicho de mercado del que hablas. En dicha normativa se distingue:
Carne de Ternera Blanca: aquella procedente de animales bovinos con una edad comprendida desde su nacimiento hasta el día que cumplan 8 meses de edad.
Carne de Ternera: aquella procedente de animales bovinos con una edad comprendida desde el día siguiente a cumplir los 8 meses hasta el día que cumplan 12 meses de edad.
Carne de Añojo: aquella procedente de animales bovinos con una edad comprendida desde el día siguiente a cumplir los 12 meses hasta el día que cumplan 24 meses de edad.
Mi opinión sobre el tema es favorable, pero en mi modesta opinión, debemos mejorar y modificar algunos aspectos de nuestros sistemas productivos. Tres aspectos generales serian sobre los que deberíamos incidir:
Mejora genética de las reproductoras:
Creo que, en general, los ganaderos nos hemos dejado llevar por modas e influencias de todo tipo y pocas veces nos hemos planteado estudiar racionalmente las circunstancias de nuestros sistemas de explotación y los objetivos que queremos alcanzar, para decidir que genética utilizar. Por ejemplo, en nuestros sistemas extensivos, casi toda la genética que ahora mismo se explota (incluyo razas autóctonas, todo tipo de cruces y razas integradas), en líneas generales, están escasas en producción de leche para criar un buen ternero. Entiendo que es complicado encontrar el justo punto de equilibrio para que, sin pasarnos (lo que sería un grave error), encontremos esa vaca buena criadora. Además, esa “vaca ideal” debería ser reproductivamente eficiente (intervalos de partos ≤ 12 meses) y con una buena facilidad al parto, buen carácter (cada día factor más importante por la frecuencia de las actuaciones sanitarias), con buena aptitud para la producción de carne y rústica.
¿Es posible conseguir este ideal de hembra reproductora para nuestros sistemas extensivos? Yo pienso que sí, o por lo menos aproximarnos mucho. Y no se trata de ponernos como locos a coger ciertas razas y empezar a realizar probaturas sin ton ni son, haciendo cócteles y amalgamas genéticas que no tengan sentido. Algo que sí debemos hacer es conocer lo que hacen en otros grandes países productores de carne (Brasil, Argentina, Nueva Zelanda, USA, Canadá, Inglaterra) y otros menos importantes pero donde se hacen las cosas bien (Dinamarca), no con el fin de copiar, si no de conocer el motivo técnico de la elección de sus genéticas. Y dejar de mirarnos solo en el espejo de Francia que, con todos mis respetos como gran país productor de vacuno de carne y con una extraordinaria genética, a efectos de sistemas extensivos, tiene menos que mostrar. Otra cuestión son los sistemas “semi” (semiextensivos o semiintensivos) donde si que tenemos en ellos un cercano país que no tiene parangón.
Yo creo que las razas que pueden ser interesantes utilizar para conseguir esa vaca ideal para nuestros sistemas extensivos son aquellas conocidas zootécnicamente como de doble aptitud carne-leche, sobre todo de aquellas que tienen líneas más específicamente volcadas a la producción de carne, pero que mantienen una aceptable producción lechera. En concreto puedo proponer una raza que, aunque lleva bastante tiempo asentada en España, es una gran desconocida para muchos ganaderos, entre los que me incluyo. Se trata de la raza Simmental-Fleckvieh. Creeme que no tengo interés de ningún tipo en esta raza, salvo el puramente zootécnico para encontrar algo que satisfaga mis ideales como ganadero. Creo que una reproductora F1, obtenido a partir de casi cualquier genotipo que tengamos (autóctona, cruzada o integrada) cruzado con esas líneas de Simmental cárnico, mejoraría en su producción lechera en su justa medida, a la vez que mantendría y en muchos casos mejoraríamos las características carniceras de la F2 comercial con destino a sacrificio (índices de crecimiento, conformaciones, rendimientos y calidades de canal), a la vez que mantendríamos el mínimo indispensables de rusticidad en la F1. También se mejoraría el carácter y la facilidad de manejo, manteniéndose y, en algunos casos mejorándose, su comportamiento reproductivo. Posiblemente, haciendo lo mismo con otras razas de doble aptitud carne-leche , podrían obtenerse resultados similares.
Programación de parideras:
Estimo que lo ideal sería hacer unas cubriciones programadas para que los partos tuvieran lugar los mese de septiembre, octubre y noviembre. De esta manera haríamos coincidir los meses de mayor oferta forrajera en cantidad y calidad (meses de marzo, abril y mayo) con la presencia de terneros de 6,7y 8 meses. Si hemos podido conseguir esa genética de la que hablamos en el apartado interior, podemos destetar terneros en el mes de junio, cuando los pastos se empiecen a secar, y con 2-2,5 meses que los tengamos en cebo, los tendremos preparados para sacrificarlos como ternera, con muy buenos pesos de sacrificio a los 10-11 meses.
Todo lo comentado estaría referido a explotaciones extensivas en Extremadura. Para otras mas al note o más hacia al sur deberían realizarse los ajustes pertinentes en el calendario.
Mejora de pastos:
También es otra asignatura pendiente de nuestros sistemas extensivos. Con pastos mejorados, podremos asegurar más primaveras óptimas, en cantidad y calidad de forrajes, para conseguir todo lo anteriormente expuesto.[/QUOTE]
Bueno yo soy del norte de Cataluña,pero a tu mensaje no puedo añadir nada más,sólo que estoy totalmente de acuerdo con todo.
Sólo decir que quizás no es tan difícil empezar,porque e muchas ocasiones estoy seguro que actualmente ya destetamos tarde,por tanto se trataria de completar el proceso que ya estamos haciendo,sin tener que llegar a los pesos que ahora se llega en cebaderos.Quizas buscar calidad en vez de cantidad,menos giro de dinero,pero más eficiente. Por otro lado creo que si buscamos calidad de carne,nos podemos ir olvidando de razas superespecializadas de carne.