Publicado: 22 Sep 2007, 14:39
La verdad es que la situación es grave, y tanto los ganaderos de ovino, las organizaciones agrarias, la consejería y el ministerio de Agricultura deberían estar muy preocupados, porque el serotipo de lengua azul que nos ha llegado otra vez de África nada tiene que ver con el que padeció nuestro ganado en el otoño de 2004. Y es que, pese a tener el mismo nombre, las consecuencias está siendo radicalmente distintas. En aquella ocasión, las ovejas padecieron poco más que un catarro, que en la mayoría de las explotaciones, no llegó a dejar ni tan siquiera bajas, la enfermedad se cebó con los animales mal nutridos y con los más viejos, pero tuvo pocas incidencias clínicas, aunque si hubo un daño comercial serio derivado de la inmovilización a que la Administración se vio obligada a someter a la cabaña.
Ahora estamos ante un nuevo serotipo que no tiene vacuna, el número 1, y que hasta el momento ha provocado ya la muerte de más de 5.000 ovejas en Andalucía, más de 3.000 sólo en la vecina provincia de Sevilla, donde los veterinarios que están haciendo el seguimiento de las explotaciones afectadas avanzan que en las próximas semanas esta cifra se puede cuadruplicar e incluso quintuplicar, con lo que probablemente pasemos de las 20 o 25.000 ovejas muertas. Una auténtica catástrofe.
No obstante, y con ser grave el problema provocado por la mortandad, los ganaderos deben temer más aún a las ovejas que se queden vivas, pues el virus deja prácticamente inservible al resto del rebaño. Sin hablar de los abortos o del coste de recuperación de unas ovejas que en la lucha por superar la enfermedad "se han quedado en el chasis".
Sacado de blogs El Aclareo de Quiliano JaraízCargo722007-10-18 16:25:32
Ahora estamos ante un nuevo serotipo que no tiene vacuna, el número 1, y que hasta el momento ha provocado ya la muerte de más de 5.000 ovejas en Andalucía, más de 3.000 sólo en la vecina provincia de Sevilla, donde los veterinarios que están haciendo el seguimiento de las explotaciones afectadas avanzan que en las próximas semanas esta cifra se puede cuadruplicar e incluso quintuplicar, con lo que probablemente pasemos de las 20 o 25.000 ovejas muertas. Una auténtica catástrofe.
No obstante, y con ser grave el problema provocado por la mortandad, los ganaderos deben temer más aún a las ovejas que se queden vivas, pues el virus deja prácticamente inservible al resto del rebaño. Sin hablar de los abortos o del coste de recuperación de unas ovejas que en la lucha por superar la enfermedad "se han quedado en el chasis".
Sacado de blogs El Aclareo de Quiliano JaraízCargo722007-10-18 16:25:32