CHOTO
Publicado: 20 Jun 2012, 17:55
MAYO 2012
Historia de la breve vida de CHOTO
Me llamo CHOTO, nací en el mes de octubre último en la falda sur de Gredos. Disfruto de un paisaje y clima privilegiado, mis antecesores son de Limoux (Francia); cuentan los viejos que forman mi manada que allí tienen pocas horas de sol, no tienen encinas ni bellotas que ahora empiezan a caer, pero yo este año como soy pequeño solo me alimento de la ubre de mi madre. Ella es joven y tiene mucha leche en su ubre donde acudo cada vez que me apetece. Mi madre no deja que se acerque ningún primo ni amigo mío por lo que estoy muy sano a pesar de las carreras que doy por las praderas con una perra de raza labrador que juega con los jóvenes y se llama Tala porque nació en Talavera.
Dicen mis tíos y los viejos de la manada que todos los años, por dos veces, vienen unos señores vestidos de verde, les pinchan y en pocos días desaparecen algunos de los que no se vuelve a saber nada. Les oyen decir que están enfermos, pero nosotros sabemos que no es así porque están bien alimentados y el agua que bebemos es la que baja de la sierra que con frecuencia vemos blanca.
En el mes de marzo aparecieron los señores de verde, nos pincharon bajo la piel a toda la manada (somos cerca de 200). Yo creí que me libraría del pinchazo por mi poca edad, pero fui a refugiarme junto a mi madre muerto de miedo, y también me pincharon. A los tres días volvieron a controlar el pinchazo, tuve la mala suerte que quizás me rascara contra una encina y fue al único que apartaron. Cuando se marcharon los señores de verde vino toda la manada a consolar a mi madre porque saben por experiencia que puede ocurrir lo peor. Yo no entendía nada de lo que pasaba pero oí que querían apartarme de todos mis amigos y dejarme solo. Pero les oí decir que como no tenía otro alimento que la leche de mi madre tendrían que apartar también a mi madre, con lo cual sentí un gran alivio.
Se comentó en la manada que el dueño de todos nosotros no estaba conforme con la decisión de los señores de verde, que podría suponer el fin de mi breve vida, y pidió que lo reconsideraran ya que yo no me había alimentado más que de la leche de mi madre que es joven y sana.
Como siempre suelen hacer los que mandan, dan la callada por respuesta. Pero mi amo, contra sus normas, encargó a un laboratorio privado que hicieran todos los análisis posibles para comprobar mi estado de salud, que reconozco está deteriorada desde que me apartaron de la manada; no veo las praderas, ni la sierra y noto que mi madre también está muy triste y preocupada. Oí comentar a los vaqueros que el resultado de los análisis del nuevo laboratorio era negativo a cualquier enfermedad, lo mismo que el de mi madre, con lo que sentimos un gran alivio. Pero hoy he oído que el lunes vendrá ese camión que huele tan mal y que quien se sube a él ya no se le vuelve a ver. Si es así no volveré a ver a mi madre, ni a mis primos ni volveré a correr con Tala.
Desearía sea yo la ultima victima de estos lamentables errores. CHOTO. :oops:
Historia de la breve vida de CHOTO
Me llamo CHOTO, nací en el mes de octubre último en la falda sur de Gredos. Disfruto de un paisaje y clima privilegiado, mis antecesores son de Limoux (Francia); cuentan los viejos que forman mi manada que allí tienen pocas horas de sol, no tienen encinas ni bellotas que ahora empiezan a caer, pero yo este año como soy pequeño solo me alimento de la ubre de mi madre. Ella es joven y tiene mucha leche en su ubre donde acudo cada vez que me apetece. Mi madre no deja que se acerque ningún primo ni amigo mío por lo que estoy muy sano a pesar de las carreras que doy por las praderas con una perra de raza labrador que juega con los jóvenes y se llama Tala porque nació en Talavera.
Dicen mis tíos y los viejos de la manada que todos los años, por dos veces, vienen unos señores vestidos de verde, les pinchan y en pocos días desaparecen algunos de los que no se vuelve a saber nada. Les oyen decir que están enfermos, pero nosotros sabemos que no es así porque están bien alimentados y el agua que bebemos es la que baja de la sierra que con frecuencia vemos blanca.
En el mes de marzo aparecieron los señores de verde, nos pincharon bajo la piel a toda la manada (somos cerca de 200). Yo creí que me libraría del pinchazo por mi poca edad, pero fui a refugiarme junto a mi madre muerto de miedo, y también me pincharon. A los tres días volvieron a controlar el pinchazo, tuve la mala suerte que quizás me rascara contra una encina y fue al único que apartaron. Cuando se marcharon los señores de verde vino toda la manada a consolar a mi madre porque saben por experiencia que puede ocurrir lo peor. Yo no entendía nada de lo que pasaba pero oí que querían apartarme de todos mis amigos y dejarme solo. Pero les oí decir que como no tenía otro alimento que la leche de mi madre tendrían que apartar también a mi madre, con lo cual sentí un gran alivio.
Se comentó en la manada que el dueño de todos nosotros no estaba conforme con la decisión de los señores de verde, que podría suponer el fin de mi breve vida, y pidió que lo reconsideraran ya que yo no me había alimentado más que de la leche de mi madre que es joven y sana.
Como siempre suelen hacer los que mandan, dan la callada por respuesta. Pero mi amo, contra sus normas, encargó a un laboratorio privado que hicieran todos los análisis posibles para comprobar mi estado de salud, que reconozco está deteriorada desde que me apartaron de la manada; no veo las praderas, ni la sierra y noto que mi madre también está muy triste y preocupada. Oí comentar a los vaqueros que el resultado de los análisis del nuevo laboratorio era negativo a cualquier enfermedad, lo mismo que el de mi madre, con lo que sentimos un gran alivio. Pero hoy he oído que el lunes vendrá ese camión que huele tan mal y que quien se sube a él ya no se le vuelve a ver. Si es así no volveré a ver a mi madre, ni a mis primos ni volveré a correr con Tala.
Desearía sea yo la ultima victima de estos lamentables errores. CHOTO. :oops: