La perra y el lechón
Publicado: 17 Nov 2011, 19:47
http://www.hoy.es/v/20111117/sociedad/p ... 11117.html

En una explotación ganadera de Cabeza del Buey ha tenido lugar un curioso acontecimiento, una perra labradora ha criado a una gorrinilla, amamantándola desde pequeña.
Este feliz suceso ha tenido lugar en la finca La Cabezuela, propiedad de Antonio Villaseca dedicada a la ganadería extensiva ovina, pero que cuenta además con algunos otros animales.
Según cuenta Esteban Riballo, uno de los trabajadores de la explotación, una perra labradora parió a la vez que una de las cochinas de la finca. Al percatarse Esteban que la marrana no podía amamantar a todos los gorrinos que había parido, puesto que se le había muerto alguno y dos de ellos estaban a punto de perecer por inanición, probó suerte echando a estos dos gorrinillos, muy debilitados por la falta de alimento, a la perra labradora que por esos días también amamantaba a sus cachorros.
La perra no los extrañó y los acogió de buen grado, si bien uno de ellos no se agarró a la nueva teta que se le ofrecía, su hermana, una enclenque gorrinilla si se prendió del pezón canino y mamó, salvando así su vida.
La cerdita tiene ahora mes y medio y corre detrás de su madre adoptiva como si se tratase de un cachorro cualquiera, la perra labradora amamanta ya con menos frecuencia a su extraño vástago quizás consciente de que ha cumplido ya de sobra con su altruista labor.

En una explotación ganadera de Cabeza del Buey ha tenido lugar un curioso acontecimiento, una perra labradora ha criado a una gorrinilla, amamantándola desde pequeña.
Este feliz suceso ha tenido lugar en la finca La Cabezuela, propiedad de Antonio Villaseca dedicada a la ganadería extensiva ovina, pero que cuenta además con algunos otros animales.
Según cuenta Esteban Riballo, uno de los trabajadores de la explotación, una perra labradora parió a la vez que una de las cochinas de la finca. Al percatarse Esteban que la marrana no podía amamantar a todos los gorrinos que había parido, puesto que se le había muerto alguno y dos de ellos estaban a punto de perecer por inanición, probó suerte echando a estos dos gorrinillos, muy debilitados por la falta de alimento, a la perra labradora que por esos días también amamantaba a sus cachorros.
La perra no los extrañó y los acogió de buen grado, si bien uno de ellos no se agarró a la nueva teta que se le ofrecía, su hermana, una enclenque gorrinilla si se prendió del pezón canino y mamó, salvando así su vida.
La cerdita tiene ahora mes y medio y corre detrás de su madre adoptiva como si se tratase de un cachorro cualquiera, la perra labradora amamanta ya con menos frecuencia a su extraño vástago quizás consciente de que ha cumplido ya de sobra con su altruista labor.